"El Conde de Miranda, Coronel al servicio de Su Majestad Católica, habiendo llegado a Kiev durante la estancia de la Emperatriz en dicha ciudad, tuvo el honor de ser presentado a Su Majestad Imperial y de conciliarse, por sus méritos y cualidades distinguidos, y entre otros, por los conocimientos adquiridos durante sus viajes por los diferentes continentes del globo, la benevolencia de nuestra Augusta Soberana.
Su Majestad Imperial, queriendo dar al señor de Miranda una muestra señalada de su estima y del interés particular que le profesa, ordena a V.E., cuando reciba la presente carta de mi parte, conceder a este oficial un recibimiento conforme al caso que ella misma hace de su persona, testimoniándole todos los cuidados y atenciones posibles, dándole su asistencia y protección cada vez que lo necesitare y cuando quiera él mismo recurrir, y finalmente, ofreciéndole, llegado el caso, su propia casa por asilo.
La Emperatriz recomendándole, Señor, este Coronel de una manera tan distinguida, ha querido demostrar hasta qué punto ella aprecia el mérito donde lo encuentra y que un título indefectible ante ella, para poder aspirar de preferencia a sus bondades y a su alta protección, es el de poseer tantos méritos como el Señor Conde de Miranda. Tengo el honor de ser, etc.
P.S. Siendo voluntad de la Emperatriz que el contenido de esta carta quede en el secreto impenetrable, me apresuro, Señor, en comunicar a V.E. sus órdenes."
T. XI, f. 177 Viajes